Durante el verano sudamos más debido a las altas temperaturas, para disminuir el calor corporal a través de la transpiración. El problema ocurre cuando la sudoración se vuelve excesiva y no de acuerdo con la temperatura. Es lo que se conoce como hiperhidrosis.
Este trastorno generalmente comienza en la primera infancia y generalmente se diagnostica en la adolescencia, persistiendo durante toda la vida si no se trata.
Se desconoce su causa exacta, pero se ha demostrado que en los pacientes que la padecen hay un exceso en la señal del sistema que regula la sudoración (sistema nervioso simpático autónomo), así como una mayor sensibilidad de las glándulas sudoríparas a dicho estímulo.